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Introducción
La Biblia nos habla del propósito a través de la vida de David, quien cumplió su propósito en la vida a pesar de los altibajos. Hechos 13:36 nos dice que “David, después de haber servido el propósito de Dios en su generación, murió, fue sepultado con sus padres y vio corrupción”. Además, 1 Corintios 12:12-27 nos habla de cómo el propósito está ligado a la iglesia como cuerpo, ya que el propósito no se puede cumplir alejado de la Iglesia. A través de este texto, veremos por qué el propósito es tan importante.
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Es algo que solo da Dios
1 Samuel 16:6 nos dice que “el Señor respondió a Samuel: No mires a su apariencia ni a lo grande de su estatura, porque yo lo he desechado. Dios no mira lo que mira el hombre. El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón”. Dios fue el único que vio lo que podía hacer con la vida de David. El propósito solo lo da Dios porque nadie más puede verlo ya que siempre va más allá de lo pensado o imaginado. Juan 15:4-5 nos dice ” permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el ramillete no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los ramilletes. El que permanece en mí y yo en él, éste da mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer”. Solo podemos hacer aquello para lo cual fuimos formados estando unidos a Dios, es El es el único que nos permite ser fructíferos en lo que hacemos.
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Da identidad
Salmo 138:8 nos dice “El Señor hará todas las cosas para mí; oh Señor, tu bondad me ha precedido”. El propósito es el que me da una identidad especial, pues me muestra que no soy un hijo más de Dios, sino un hijo con un plan especial para Dios. Al saber esto me lleva a usar todas mis habilidades para cumplir ese propósito. David usó sus capacidades como medio para andar en el propósito, como su habilidad con la arpa, su habilidad como guerrero y su habilidad para cantar. Mateo 15:24 nos dice “No estoy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Jesús tenía claro su propósito y eso
le llevó a estar enfocado. La identidad me enfoca a saber que yo soy la respuesta para algo específico.
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Da responsabilidad
1 Samuel 17 nos cuenta cómo David enfrentó a Goliat porque ya sabía su propósito, por lo que asumió la responsabilidad de todo un país. Solo el propósito me lleva a asumir responsabilidades aun cuando todavía no tenga la posición. Filipenses 2:5-8 nos dice “Teniendo en cuenta vuestra condición de hijos, os exhorto a que, como a uno que es el más joven entre vosotros, también yo, vuestro anciano, os sirva de modelo. Y así, como sois imitadores de Cristo, también yo lo soy. Y os ruego, por el amor de Cristo, que os unáis a mí en mi lucha, luchando con un mismo espíritu por la fe del Evangelio”. El saber mi propósito me lleva a ser siervo de otros, porque se que el propósito es para servir a otros.
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Produce armonía
2 Samuel 16 nos cuenta cómo hay alguien que maldice a David y le tira piedras, pero como David tenía claro su propósito, sabía que eso tenía propósito. El que conoce su propósito ve propósito en todo. Sabe que para cumplir su propósito Dios va a poner personas y situaciones. El propósito da armonía porque me lleva a saber que necesito de otros. Romanos 8:28 nos dice “Y sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su propósito”. Solo el propósito me lleva a ver que las situaciones son buenas porque me acercan a ese propósito. 2 Pedro 3:15 nos dice “Y cuidado con los que causan división y tropiezan con la enseñanza que vosotros habéis aprendido. Aléjense de ellos, pues esos tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a su propio vientre; y con palabras suaves y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos”. El que conoce su propósito identifica el propósito en alguien más fácilmente.
Conclusión
En conclusión, el propósito es algo que solo Dios da, nos da identidad, nos da responsabilidad y nos produce armonía. A través de la vida de David podemos ver cómo cumplir nuestro propósito es importante para servir a Dios y a los demás. Es crucial estar unidos a Dios y a la iglesia para poder cumplir nuestro propósito de la manera correcta. También es fundamental tener en cuenta que el propósito no es solo algo personal, sino que está ligado a la iglesia como cuerpo y a servir a los demás. Es valioso tener una perspectiva correcta y no caer en la tentación de buscar solo nuestra propia gloria, sino buscar la gloria de Dios y servir a los demás. Al conocer nuestro propósito y cumplirlo, podemos tener una vida plena y fructífera, y también contribuir al bienestar de los demás.