Aunque la Biblia no menciona como tal el oficio de ancianas, creemos que en la obra del ministerio tanto el hombre como la mujer están directamente involucrados al ser uno (Génesis 2:24). Ya que vemos por la Biblia que a Dios se le ocurrió la idea del matrimonio cuando Adán necesitaba ayuda para cumplir con el ministerio que Dios le había encomendado en su momento (Génesis 2:20). Es por esto que para un oficio de tanto honor y responsabilidad como el de anciano, es imposible que un solo hombre lo lleve a cabo y que la mujer no esté directamente involucrada en el ministerio. La única excepción a esto es si el hombre tiene el don de continencia como el caso del apóstol Pablo. Ya que Dios mismo declaro que la mujer iba a ser la ayuda idónea del hombre, donde esta ayuda aunque es en todas las áreas, tiene un gran énfasis en el llamado dado por Dios para su servicio (Génesis 2:18).

Esta ayuda se basa en los roles que Dios creo para el hombre y la mujer. Y que en ese sentido Dios bendice el complemento y no la igual de funciones. Eso significa que, el hombre y la mujer son absolutamente iguales en esencia, dignidad y valor, pero son complementarios en diseño divino. Por lo que las funciones del hombre y la mujer no son intercambiables, sino complementarias.

En el complemento que manifiesta las escritura, podemos ver que las mujeres tienen funciones diferentes a las que se espera de los hombres. Esto no solo en el hogar, sino también en el ministerio, de tal forma que la unión hecha por Dios pueda manifestar una familia de acuerdo a su diseño y un ministerio efectivo para su Gloria. Es por esto que de las ancianas se espera que cumplan con lo que la Biblia manifiesta debe ser una mujer ejemplar, tanto su vida propia, como en su matrimonio. Y con base en esto es que describiremos lo que entendemos por la Biblia que una mujer ejemplar debe manifestar como requisitos de una anciana.

1. Requisitos

La Biblia especifica unos requisitos que se esperan de una mujer que sea de ejemplo a otras en la congregación, estos requisitos se encuentran principalmente en Tito 2:3-5 y en 1 Timoteo 2:9-10. Los cuales podemos enumerar en los siguientes:

• Amar a su esposo e hijos
• Instruir a otras mujeres
• Vivir sabiamente
• Prudente
• Cuidadosa de su casa
• Ama lo que es bueno
• Sujeta a su esposo
• Viste decorosamente

2. Explicación

La anciana debe ser un ejemplo de amor, principalmente hacia su propia familia, ya que esta es la base sobre la que se edifica la iglesia local, en familias fuertes. Y ella debe mostrar que la base para una familia fuerte es el amor, que debe ser evidente con el trato que da a los miembros de su hogar. Para que de esta forma ella pueda enseñar a otras mujeres como lo hacía Jesús, primeramente con su vida, para que luego sus palabras tengan autoridad.

El siguiente requisito es el vivir sabiamente, ya que como dice Proverbios 14:1, su deber es edificar la casa a través de la sabiduría de Dios, por lo que la anciana debe mostrar que sus decisiones siempre están encaminadas a edificar su hogar. Estas decisiones incluyen las de índole económico, personales y espirituales. Dando como resultado edificación en su casa en lo físico, emocional y espiritual.

La prudencia entra también como un requisito fundamental para las ancianas, ya que por su función en la congregación ella se enterara de muchas situaciones tanto individuales de miembros específicos, como de la congregación en general. Es por esto que ella debe ser prudente en el manejo de la información, para guardar el corazón de las personas que buscan un refugio en su sabiduría. También en los planes y situaciones generales que como buena escudera de sus esposos tendrán acceso, y lo usen para el fin primario que es orar y respaldar.

El requisito de ser cuidadosa de su casa muestra cual debe ser la prioridad de la anciana, ya que su principal prioridad y la forma en la que ella puede proveer con un balance al ministerio es velando primeramente por su casa. Por lo que en caso de tener hijos, se debe mostrar que su prioridad es el cuidado de ellos. Así que a ella no se le debe exigir que este en todos los eventos que pueda tener el ministerio, ya que la congregación en general necesita que la familia pastoral sea un ejemplo y glorifiquen a Dios. Ya que de esta manera Dios respaldara el ministerio de ellos al tener el orden correcto establecido por Dios mismo.

Pero sin duda el amar lo que es bueno, viene a mostrar el balance en la vida de la anciana, ya que aunque su prioridad es su familia, esta nunca debería ser el escudo para no involucrarse de ninguna manera en el ministerio. Ya que decir que ama lo bueno y no amar el ministerio es una contradicción. Por lo que ella debe mostrar el amor en el ministerio involucrándose en la medida de lo posible, siempre que esto no la haga descuidar su hogar. Y en los momentos en que esto no sea posible, su amor se evidenciara en el respaldo a su esposo en la obra ministerial y la tranquilidad que le ofrece al saber que la casa esta bajo el cuidado de una mujer sabia.

Todo esto debe llevar a que la anciana muestre la sujeción a su esposo en amor, sabiendo que su esposo es un hombre de Dios. Y que si ella esta haciendo su parte cumpliendo con lo anteriormente mencionado, Dios bendecirá, hablara y ayudara a su esposo a tomar las mejores decisiones para su hogar y el ministerio. Ya que para que haya unidad en la congregación, esta debe empezar por el matrimonio de aquellos que fueron encomendados por Dios para guiarla.

Finalmente, el vestir decoroso hace referencia a la parte física. En este punto, no se puede agregar algo que la Biblia no dice. Ya que aquí no prohíbe o menciona ninguna prenda particular o forma de organizarse físicamente. Pero, a lo que si refiere es a una vestimenta y manera de organizar su apariencia física que haga alarde de su prudencia.

3. Conclusión

Para que el ministerio funcione y sea bendecido en gran manera por Dios, se debe buscar que el hombre y la mujer cumpla con los requisitos de acuerdo al rol que el mismo diseño. De esta manera es que la ayuda idónea mutua se vera reflejada. Como vemos las mujeres tienen unos requisitos distintos a los descritos en la Biblia por los hombres, pero su finalidad es la misma, buscar la gloria de Dios a través de la obra del ministerio.

Se espera que sean mujeres como las que resalta Pablo en Romanos 16:12 y Filipenses 4:2-3. Que sus esposos puedan decir de ellas que ellas han trabajado mucho para la obra de Dios, y que sean una corona para la congregación y un estímulo de todo lo que Dios puede y quiere hacer a través de las mujeres.